Ahí estaba ella, frente a mí, arrancándose de la ropa mirándome en silencio, podía ver toda su naturaleza, sus pechos que me seducían, sus ojos que me excitaban, sus brazos que me invitaban a sentir su vientre tibio, sus manos que me empiezan a seducir, mientras que por mi cabeza pasaba el guión del buen amante, me visto de ciego sintiendo mi camisa caer al suelo y su provocadora respiración por en mi cuello que me invita a despojarme, las horas son muertas solo su cuerpo y el mío que se miran la vida desde el lado opuesto instigándose a un poco más, sugerentemente tomò la iniciativa empezando a escribir su historia en la mía, sentía sus labios dejando veneno en las letras de sus besos que me hacia subir y respirar cada vez mas profundo y mis manos que apresan las sabanas apretadas con pasión sugiriendo que no pares. Tome su cara entre mis manos, la acaricie con ternura y bese sus labios luego la mire a los ojos y febrilmente apreté su morena silueta a la mía sentía su corazón como latía mientras la descubría con mi respiración, jamás olvidare ese olor, mi mano bajo hasta su pierna y con virilidad fogosa la levante afrentándola con la pared, sentía como sus manos dejaban huellas de amor en mi espalda, mientras te besaba los pechos, te derribe a la cama y nos miramos fijamente por un instante mientras mi dedo tocaba tu cara para recordarla, ella susurro algo que no entendí a la vez que nuevamente nos besábamos, la pasión no tardo en llegar y nuestras manos se convertían en pinceles que dibujan libremente por nuestros cuerpos, y el sudor eran los colores perfectos que forjaban los placeres del corazón, a ella le excitaba que la tratara con virilidad y rudeza a ratos que la tomara fuerte entre mis brazo y mi mano tirando su pelo, sabía que le excitaba esa mezcla entre ternura y hombría, sabia que no estaba fingiendo y que yo la hacia sentir mujer, así plasmamos nuestra obra de arte en la cama, jamás había acariciado tanto a una mujer , jamás había besado tanto a una mujer, aun recuerdo como sus pechos calzaban en mis manos.
Abrázame, asistí al momento mientras extendía mi brazo y sentía su cabeza en mi pecho, le acariciaba su pelo con ternura mientras veía las figuras que formaban el humo de su cigarro.
Debo irme dijo mientras tomaba sus cosas
un suave adiós salio de mi boca
me paso una tarjeta y sonrío –cada vez que necesites un poquito de amor me llamas-
El Perspicaz
me encanto!!!weno weno...bkn q estes escribiendo...me gustan varios, pero este es el mejor...bty
ResponderEliminarestan super buenos. te felicito hermano, sigue escribiendo ke lo haces super bien. un abrazo.
ResponderEliminarNIKO