lunes, 1 de junio de 2009

Diario de un Andromaníaco feo (1º parte)

Conozco a cientos de hombres, día a día me relaciono con ellos, hombres inseguros en busca de amor, en busca de ser escuchados, ya he perdido la cuenta de las muchas veces que clientes me pagan solo por conversar y de lo único que me hablan es de sus conflictos con sus esposas.


Pero existe alguien que me visita con mucha frecuencia y que incluso guardo un poco de cariño por el. Jean es su nombre es un tipo con muy buena situación económica, siempre carga la mano al alto precio que cobro, es gerente de una empresa relacionada con algo de computadores, maneja un auto del año y tiene educación de excelencia creo que hasta ahí todo esta bien con el, pero tiene un gran inconveniente que lo aqueja demasiado: es feo, muy feo.


El es con el único con el cual converso como una amiga, si no fuera que me visita en horas de trabajo, el dinero que me paga estaría solo como invitado que incomoda.

Y Si escribo sobre el, es porque necesito guardar esta historia dentro de las pocas que sobresalen de los comunes días de una prostituta de los barrios altos.


Soy…?? Que mas da mi nombre, los hombres me reconocen como la amiga que es una gran sicóloga y les cobra por darle unos pocos minutos su placer que es lo que duran. Me gusta el sexo y los disfruto, pero esto no es una biografía voy a plasmar los recuerdos de un hombre que tiene una doliente enfermedad y una fatídica cualidad, voy a eternizar los recuerdos de un Andromaníaco feo.


La primera vez que Jean me visito venia exaltado, no dejo que sostuviéramos una conversación previa, que nos tomáramos algunos tragos ni siquiera algunos juegos para estimularlo, solo hubo un corto acto sexual. Me desnudo dominante y veía en sus ojos que solo pensaba en la descarga, al terminar me abrazo y lloro largamente, yo estaba muy asustada como impactada primera vez que vivía algo así con alguien, lo único que intuí fue abrigarlo con mis brazos y acariciar su cabeza. Me di cuenta que debía tranquilizarme, así que empecé a respirar profundo sin que el lo notara después de un momento y pensando con los pies en la tierra, lo calme poco a poco. Siempre mis clientes llorar en mis hombros pero jamás había visto llorar a un hombre con tanta angustia, una vez que se calmo se sentó en la esquina de la cama secándose las ultimas lagrimas, mientras que me arropaba con la sabana me puse a su lado, no sabia que preguntarle, no sabia que decir, así que opte por lo mas obvio.


-¿Qué te sucede?- pregunte


Minutos de silencio trascendieron en espera de alguna respuesta, su mirada estaba fija y amargada, le acaricie su cara y me respondió con una sonrisa de esas que dicen gracias.


- Soy Andrómaco.- me dijo con tono de vergüenza


En ese momento entendí la actitud a su llegada, no era primera vez que estaba con hombres enfermos de Andromanía, son estos tipos con exagerado apetito sexual, es como la ninfomanía en las mujeres, lo que me descostaba era su llanto, siempre estos hombres tiene su clímax, pagan y se van, jamás demuestran nada.

Su lagrimas me tenían realmente incomoda y con muchas dudas así que pregunte


-¿Lloras por tu enfermedad?-


Pero su respuesta me dejo aun mas impactada


-lloro por que estoy enamorado-


Estos hombres son unos don Juanes sólo podía amar a las mujeres, pero no a "la mujer",

y el amaba..


Desconcertada escuche como se desahogo después de esa confesión


- hace dos años que diagnosticaron Andromanía, estoy en tratamiento hace tres meses.

¿ y quieres saber por que decidí tratarme? Por que me enamore. Siempre que veo a una mujer lo primero que pasa por mi cabeza era llevarla a la cama y tener un orgasmo.

Pero ella me enamora y cada vez que esta cerca de mi me alejo, se que si se acerca a mi el único pensamiento va a ser sexual, y yo quiero amarla completamente quiero hacer el amor con ella no tener sexo.-


- Pero estas en tratamiento, estas luchando por su amor- le dije para animarlo.


- cuando empecé el tratamiento, conocí a otros hombres con mi enfermedad, pero existía un diferencia.- me dijo agraviado


- ¿Cuál? Pregunte dudosa


- Uno siempre esta buscando sexo, en el lugar que sea y a la hora que sea. Para la mayoría de estos hombres le es fácil conseguirlo, en las noches de fiesta, discotecas, Púb.


-¿y tu?


Sonrojado y con voz opacada respondió


- ellos son bonitos- minutos de silencio nos abordaron

- soy feo, las mujeres no me toman en cuenta. Siempre que quiero sexo tengo que pagarle a una puta, -

Su repuesta fue un golpe de frente, yo era una de ellas que hacia de su enfermedad algo al parecer incurable...



Continuara……..





5 comentarios:

  1. Esperando la parte dos, nada más que decir. Felicidades.
    Saludos Sr. Perspicaz

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  2. lo mismo.. esperando la parte dos..
    yapo apúrate!!!

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  3. Se nota que reflejas tu andromanía en el escrito, jaja. Interesante relato,me gusto
    mucho, pasa por mi blog compadre.

    saludos!

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  4. um....q lindo, sipos cuando se viene la parte 2
    besitos
    bty

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  5. muy bueno... pero quiero la segunda parte!!
    saludos

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