jueves, 14 de mayo de 2009

Aunque sea una vez en tu vida

Quédate esta noche a mi lado, temo que este día pueda dejar de amarte...



No estoy llorando al borde de la desesperación. Tampoco es el alcohol el que me hace pensar esto. -¿Cómo lo se?- La decisión estaba tomada antes de empezar a beber. El whisky me ha acompañado toda la noche ayudándome a sacar de mí el valor necesario para hacerlo, uno y otro vaso, primera vez que bebo tanto y me doy cuenta que esto te hace afrontas las impedimentos de otro punto de vista. He franqueado toda la noche el comedor de mi casa desafiando aquella bala que asoma junto al revólver sobre la mesa.

Yo no tengo ningún ataque de nervios, ni estoy alterado, ahora solo tengo miedo mucho miedo, mi alma sufre un secuestro emocional



-La muerte, ¿que es la muerte?-
Es el regreso al nacimiento, hacia el principio, necesito empezar nuevamente, recorrer mi camino con valentía y enfrentar mis faltas, jamás he sido valeroso siempre evadiendo las vías que me llevaban a cumplir mis sueños.

- Frustración, como acabas con mi vida-


Si me se separo de la vida, con el alma en tormento, puede que pase a otro mundo con el alma en tormento, pero el tiempo se ha llevado todos mis sueños y me ha abandonado en la tristeza. Además esto no va a ser el fin va a ser una oportunidad de empezar nuevamente, y no se para que vivo, si muerto estoy viviendo


¿Qué pensara la gente cuando sepa la noticia?

-¿Cómo fue que hizo eso?-

-Se notaba tan bien-

- Era muy bueno-


Ya que mas da, toda mi vida preocupado de lo que la muchedumbre dice, incluso cuando ya queda poco, -que satírico-


Tome la bala y la pistola, me senté el sofá, mientras sentía una vez mas el sol acariciar mi rostro, como aquellas mañanas en las cuales esos rayos me confirmaba que estaba vivo, y que mis plegarias por no despertar mas y que mis sueño fuera eterno, no daban resultado.

Siempre pensaba en la muerte antes solo la observas, la husmeaba, la lloraba y ahora que estoy tan cerca le temo.

Acaricio la bala como si fuera una amante, toco su silueta y me río al pesar – haces tanto daño como una mujer-.

Abro el cañón del arma y encajo la bala, todo esta listo, miro el revólver una y otra vez, mis manos y mi frente sudan cobardía, dejo la pistola en la mesa de centro y me tomo la cabeza.

El motivo de mi pena se ha perdido en el olvido, ya sólo queda la propia amargura, esa que me consume, esa que no soporto más. Solo me queda tener esperanza de que sea una oportunidad de empezar.


- se valiente aunque sea una vez en tu vida-


Tira del rígido gatillo, y la historia termina cuando los ojos se cierran.

Blam!!






El Perspicaz

2 comentarios:

  1. uuuuh..
    ojalá nunca lo intentes... o lo hayas intentado.

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  2. Seguir en pie
    quiere decir coraje
    o no tener
    donde caerse muerto

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